La Tarta de queso fría es un postre delicioso y fácil de hacer, que no necesita horno ni muchos ingredientes. Consiste en una base de galletas trituradas y mantequilla, sobre la que se vierte una crema de queso y nata montada con gelatina para que cuaje. Se cubre con una capa de mermelada de fresa y se decora al gusto. Es una tarta ideal para cualquier ocasión, que se puede preparar con antelación y conservar en la nevera hasta el momento de servir. Los mejores resetas en CookingPerú.com.
Ingredientes para la tarta de queso fría:
- 6 hojas de gelatina (5 para la crema de queso y 1 para la capa de fresas)
- 150 g de galletas
- 75 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 400 g de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 75 g de azúcar
- 400 g de queso crema (tipo Philadelphia)
- 1 cucharada de agua caliente
- 100 g de mermelada de fresa
Preparación para la tarta de queso fría:
- Hidrata las hojas de gelatina en agua fría durante al menos 10 minutos.
- Forra un molde redondo desmontable de 20 cm con papel encerado, tanto la base como los laterales.
- Tritura las galletas con una picadora o ponlas en una bolsa y pasa el rodillo por encima.
- Mezcla las galletas con la mantequilla y reparte la mezcla en el molde, presionando con la base de un vaso para que quede compacta. Reserva en la nevera.
- Bate el azúcar con el queso crema hasta obtener una crema homogénea y sin grumos.
- Monta la nata con unas varillas eléctricas o a mano hasta que esté firme.
- Escurre las hojas de gelatina y disuélvelas en el agua caliente, removiendo bien para que no queden grumos.
- Añade la gelatina disuelta a la crema de queso y mezcla bien.
- Incorpora la nata montada a la crema de queso con movimientos envolventes, hasta obtener una mezcla suave y aireada.
- Vierte la mezcla sobre la base de galletas y alisa la superficie con una espátula. Reserva en la nevera durante al menos 4 horas o hasta que esté cuajada.
- Calienta la mermelada de fresa en un cazo a fuego bajo, removiendo hasta que se licue.
- Escurre la hoja de gelatina restante y añádela a la mermelada, removiendo hasta que se disuelva.
- Deja enfriar un poco la mermelada y viértela sobre la tarta, extendiéndola con cuidado para cubrir toda la superficie.
- Reserva en la nevera hasta que la capa de fresa esté firme, al menos una hora más.
- Desmolda la tarta con cuidado y decora al gusto con fruta fresca, nata montada o lo que prefieras.
Consejos:
- Puedes usar otras galletas o añadir frutos secos picados para darle más sabor y textura a la base.
- Puedes sustituir la mermelada de fresa por otra de tu preferencia o hacerla casera con fruta fresca y azúcar.
- Puedes usar otros tipos de queso crema, como mascarpone o ricotta, pero ten en cuenta que el sabor y la consistencia pueden variar.